Si, estaban vivos: sobre el incidente Roswell. (2da. Parte)
Una vez que se monto mi tienda, empece a filmar de inmediato, primero el vehículo, luego el lugar y los restos. Sobre las 06:00 horas se creyó que ya resultaba seguro entrar dentro del área del OVNI. Los alienigenas estaban llorando y cuando nos acercamos empezaron a gritar. Se protegían con sus cajas, pero uno de los militares le quito una asestando un golpe contra su cabeza con la culata del rifle. Las tres criaturas fueron atadas y con cuerdas y cinta adhesiva. Una de ellas ya estaba muerta. El equipo medico desconfió al principio de acercarse a esos seres, pero como algunos estaban heridos y recibian ordenes, no tuvieron elección. Una vez que fueron recogidos la prioridad era recuperar los restos de la nave que pudieran ser tomados fácilmente aun cuando había riesgo de incendio. Los restos parecían venir de la cobertura externa de un disco muy pequeño ubicado en la parte inferior de la nave y que debió desprender cuando el disco se golpeo. Los restos fueron llevados a casas de campaña para almacenarlos y subirlos a camiones. Después de tres días un equipo de Washington vino y se tomo la decisión de mover la nave mayor. Dentro de ella, la atmósfera era muy pesada. Era imposible permanecer mas de unos segundos adentro sin sentirse enfermo. Por lo tanto se decidió analizarlo de regreso a la base, así que fue cargada sobre una plataforma móvil y llevado a la base de Whrigt Patterson, que es donde me uní con ellos. Permanecí ahí durante mas de tres semanas, trabajando sobre los restos, entonces me dijeron que fuera a Fort Worth (Dallas) a filmar una autopsia.
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